Mi impresora tiene un virus: ¿qué puedo hacer?
A día de hoy, todos los dispositivos tecnológicos incluidos las impresoras pueden ser víctima de virus informáticos y saber cómo solucionarlo es fundamental.
¿Pueden las impresoras tener un virus? Pues sí, pueden. El avance de la tecnología sin duda te ha permitido tener muchas comodidades, tanto en la vida cotidiana como en el trabajo. Pero, lamentablemente, también ha creado nuevas amenazas de las que tienes que aprender a defenderte.
Una de ellas son los virus informáticos, y el peligro al que exponen, entre otros dispositivos, a las impresoras. Los nuevos modelos funcionan con software y permiten almacenar documentos, por lo que pueden hackearse para robar información confidencial. En este artículo, Kyocera te enseña qué puedes hacer si tu impresora tiene un virus.
¿Qué tipos de virus existen en impresoras?
Aunque muchas personas nunca hayan oído hablar de ello, los virus no atacan solo a los ordenadores y dispositivos móviles. También existen algunos malware diseñados específicamente para atacar a las impresoras. Son pocos, pero pueden ser verdaderamente perjudiciales, sobre todo teniendo en cuenta que en estos dispositivos se almacena muchas veces información confidencial y muy importante.
Las empresas son especialmente vulnerables a los virus de impresoras, ya que es habitual que los hackers “secuestren los datos”, es decir, roben información confidencial y luego pidan un rescate para devolverla.
El mayor peligro es que la mayoría de los negocios invierte en proteger sus ordenadores y su red de Internet, debido a que piensan que los piratas informáticos atacarán uno de estos dos puntos. Como consecuencia, dejan las impresoras olvidadas y estas se convierten en el punto de mira de este tipo de delincuentes: no se invierte en protegerlas y acaban siendo atacadas.
El virus más conocido es el troyano milicenso. Se trata de un malware que se transmite a los dispositivos a través de correos electrónicos, páginas web fraudulentas en las que un usuario entra y pincha un enlace, o incluso programas falsos que los usuarios descargan (confundiéndolos con uno real) e instalan en su ordenador.
Una vez que el troyano milicenso ha alcanzado un ordenador, por ejemplo, cualquier impresora que comparta la red con este pasa a ser vulnerable. Una vez que el virus se “contagia” a la impresora, lo que hace principalmente es enviar datos de impresión.
Por lo tanto, es fácil darse cuenta de que la impresora tiene un virus porque comenzaría a imprimir textos ilegibles. Otro virus que llegó a ser bastante conocido fue creado por un grupo de fans de un Youtuber sueco con el objetivo de promocionar su canal. Curiosamente, estos fans crearon un malware que, una vez alcanzaba una impresora, le enviaba datos de impresión con instrucciones de apoyo al canal del youtuber.
Aunque parezca que las consecuencias de estos dos ejemplos de virus no son graves, como indicábamos al principio es muy importante que protejas tu impresora de los virus, ya que los datos que guarde podrían verse expuestos e incluso robarse.
Cómo evitar que tu impresora se infecte con virus
Si has llegado al punto de tener que eliminar un virus de tu impresora, es porque previamente no has aplicado las medidas de seguridad necesarias para evitar que el malware afecta al dispositivo. O, posiblemente, sí lo hayas hecho y finalmente sea un virus de nueva generación que no podías prever.
Sin embargo, esto no significa que no debas seguir esforzándote por proteger tu impresora en la medida de lo posible.
A continuación, te damos unas pautas que te recomendamos que sigas para que evitar que tu impresora sea atacada por un virus:
- Activa el firewall de la empresa en tu impresora
La mayoría de negocios que trabajan con ordenadores y red de conexión a Internet disponen de un firewall, conocido en español como cortafuegos. Un firewall es un sistema de seguridad que bloquea o, más bien, restringe, el tráfico de datos que entra y sale de una red de Internet.
Gracias a los cortafuegos, se seleccionan previamente los paquetes de datos que se van a transferir entre todos los dispositivos conectados a la misma red, básicamente con el objetivo de impedir el acceso externo.
Te lo explicamos con un ejemplo: en una oficina, cada trabajador tiene un usuario y contraseña privados que le permite conectarse a su entorno virtual de trabajo desde un ordenador. Una vez conectado, puede enviar datos a las impresoras para imprimir documentos. No obstante, si el usuario no tiene claves, no podrá realizar esta acción.
Pues bien, este tipo de sistemas de seguridad pueden instalarse también en las impresoras, restringiendo el acceso de todo aquel que quieras utilizarla, y dejando que lo hagan solo las personas autorizadas para ello. Si los datos no vienen de una persona autorizada, la impresora no los recibe.
- Instala un sistema de autenticación para imprimir
Además del firewall, es posible limitar el acceso con una segunda protección, es decir, un sistema de autenticación del usuario. A través de una segunda contraseña o PIN, puede restringirse aún más el acceso al uso de una impresora, para evitar que reciba un virus.
- No conectes la impresora a Internet si no tiene acceso al firewall
Si la impresora no tiene acceso al cortafuegos, es mejor que no se conecte a la red de Internet, ya que por ella puede intentar hackearse la máquina. Las redes abiertas son, especialmente, las más peligrosas, ya que dan vía libre a cualquiera que quiera conectarse.
Por ello es preferible tener una impresora sin conexión a Internet y utilizar un disco duro externo para imprimir que conectarla a una red abierta o no darle acceso al firewall.
- Invierte en un buen servicio de ciberseguridad
Si es necesario, contrata un servicio de ciberseguridad que se encargue de poner la protección necesaria para tus impresoras. Sería una lástima que por una cuestión de presupuesto olvidases tu impresora y un ciberdelincuente acabase teniendo acceso.
Mi impresora tiene un virus: ¿qué hago?
En el peor de los casos, probablemente el virus ya se haya instalado en tu impresora. Si es así, no dejes que te domine el pánico ya que, por suerte, puedes tomar algunas medidas que, al menos, sirvan para proteger la información que hayas podido almacenar en tu impresora:
- Realiza un escanea con el antivirus
Este tipo de escaneos pueden hacerse desde el ordenador o desde la propia impresora, dependiendo del modelo. Lo habitual, no obstante, es manejarlas desde el ordenador. Para realizarlo, abre el antivirus y selecciona la opción de análisis primero, y a continuación selecciona el icono de la impresora.
Una vez detectado el virus, un buen antivirus suele tener también unan opción de borrado. Si es así, púlsala y problema resuelto. Habrás conseguido eliminar el virus de la impresora.
- Borra el historial de impresión
Las impresoras modernas tienen un historial de impresión desde el que se pueden consultar los documentos que se han pasado a papel. Asegúrate de borrarlos (preferiblemente de forma periódica) para que, al menos, no haya posibilidad de acceder a los datos en caso de que el virus finalmente ataque a la impresora.
- Actualiza tu impresora
También de forma periódica, te aconsejamos que instales las actualizaciones que vayan surgiendo en tu impresora. Cada una de ellas, constituye un software más moderno y avanzado, que normalmente suele incorporar sus propias defensas contra virus como, por ejemplo, sistemas de encriptado para los datos que se almacenan en la impresora no sean legibles.
- Borra el disco duro de la impresora
Además del historial de impresión, también conviene que vayas borrando a menudo los documentos que se almacenen en el disco duro de la impresora. En su lugar, puedes utilizar un USB o disco duro externo que no tenga conexión a Internet para almacenar toda esa información.
Así, te asegurarás de guardarla de forma segura y de que no se encuentra desprotegida en caso de que un hacker consiga acceder a tu impresora para robar los datos.
- Desconecta los puertos de la impresora que no utilices
Mantener los puertos cerrados, sean de USB, FTP, etc., también es útil si sospechas que algún virus puede estar atacando tu impresora. Se trata de una medida para proteger la información almacenada de dispositivos externos.